Si alguna vez te has preguntado qué es mejor, si la luz blanca o cálida, en este post te damos la respuesta a tu pregunta de forma clara: Depende. Y, ¿de qué depende?, puede que te preguntes ahora. De nuevo la respuesta es simple. Depende del uso que le vayas a dar a cada espacio. En este sentido, optaremos por la luz cálida para la iluminación de espacios en los que queramos lograr un ambiente más tranquilo y acogedor, que permita la relajación y el descanso, mientras que utilizaremos la luz blanca o fría para lograr un ambiente más dinámico, en el que vayamos a realizar actividades más dinámicas. Es por ello que, por ejemplo, utilizamos luz blanca en cocinas u oficinas, mientras dejamos la cálida para el dormitorio.

Iluminar es la mejor forma de decorar. No es más que acomodar un espacio para la actividad que se vaya a realizar. Es por ello que una buena iluminación genera bienestar. Del mismo modo, una mala iluminación puede traer consigo problemas de confort. Utilizar luz ténue en una cocina hace que el ojo trabaje más de la cuenta. Si, por el contrario, utilizamos una luz demasiado potente para relajarnos, el resultado será contraproducente. Es por ello que siempre debemos tener en cuenta el destino de una bombilla antes de decidirnos por luz blanca o cálida.

El color o la tonalidad de la luz se mide en grados Kelvin (K). De manera que, cuantos más grados, más fría o blanca será la luz. Por el contrario, cuantos menos grados, más cálida o amarilla será la luz. Por ejemplo: la luz de un tono amarillento es una luz cálida debido a que su tonalidad está por debajo de los 3300 grados kelvin, en cambio la luz blanca o fría tiene un valor de 5500 a 6500 grados Kelvin.

Una adecuada respuesta a la pregunta luz blanca o cálida marca la diferencia entre el bienestar y la incomodidad. La luz crea ambiente y el ambiente tiene que ser acorde con nuestras sensaciones. En caso contrario, salta la alarma en el cerebro y, sin saber por qué, nos entimos a disgusto. Es por ello que en una habitación utilizaremos luces a partir de 5500ºK, en una cocina, emplearemos luces de menos de 4.500ºK y, en un salón bien iluminado, contaremos con diferentes opciones de luz y utilizaremos, en cada momento, la más adecuada según vayamos a leer, ver la tele o charlar con la familia.

Luz Blanca

Debido a su alta luminosidad, la luz blanca es la mejor opción para iluminar lugares de actividad. Estancias donde el ojo tabaja y buscamos facilitarle la labor. Es perfecta para cocinas, naves, almacenes, talleres, oficinas, exteriores… Ofrece una larga vida útil, pudiendo durar una bombilla entre cinco mil y siete mil horas. No genera calor debido a que las pérdidas de energía son muy bajas. Sin embargo las bombillas de luz blanca son más costosas y eficientes que las de luz cálida.

Luz Cálida

La luz cálida, en cambio, garantiza una sensación agradable de relajación al ambiente que ilumina. Sus bombillas son más económicas que las bombillas de luz blanca. Realza los relieves, lo que las hace apropiadas para museos, algunos comercios o salones elegantes. Además, induce a la relajación, por lo que se emplea en la iluminación de dormitorios, salitas, bares, restaurantes…

Sin embargo la vida útil de las bombillas de luz cálida es relativamente corta (alrededor de mil horas), generan calor porque presentan pérdidas debido al material con el cual están fabricadas.

Ahora seguro que acertarás la próxima vez que alguien te pregunte si luz blanca o cálida.

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