Es importante saber Cómo Funcionan las Lámparas LED si queremos entender realmente todos sus beneficios.
Para entenderlo mejor, vamos a ver la composición de una lámpara LED. Ésta está formada por LEDs, que no son más que diodos que emiten luz. Estos diodos, al pasar la electricidad a través de ellos, emiten una luz ténue. Lo que hace la tecnología LED es agrupar diferentes diodos en una misma placa para que, de esta manera, con la suma de todas esas iluminaciones ténues, formar un LED.
De esta forma, es posible graduar la intensidad y constancia de la luz. La principal característica que tienen los diodos es que, al ser muchos “micropuntos generadores de luz”, puede fallar uno, pero nunca van a fallar todos. Por eso su luz es más constante y su rendimiento más fiable. Además, se da la particularidad de que estos diodos son tremendamente eficiente a la hora de aprovechar la energía y transformarla en luz. De ahí que con menos energía, seamos capaces de generar más luz que con la tecnología convencional
Los diodos usan corriente continua (CC) para su funcionamiento, por lo tanto las lámparas LED necesitan circuitos internos que transformen la corriente en alterna para poder trabajar. No olvidemos que las instalaciones estándar son de corriente alterna (AC).
Composición de un LED
En las lámparas LED los diodos están constituidos por un material emisor semiconductor que está montado sobre un chip-reflector. Además, tenemos dos polos conductores (negativo o cátodo y positivo o ánodo). También tenemos un cable conductor a través del cual se juntan los dos polos. Finalmente, la lente o cápsula que protege el semiconductor del LED.
Funcionamiento del LED
Las lámparas LED basan su funcionamiento en el Principio Fotoeléctrico enunciado por Albert Einstein. Según este principio, algunos materiales al ser sometidos al paso de la corriente eléctrica generan luz. Los electrones pasan por los diodos y se convierten en luz.
Este proceso se llama electroluminiscencia y se distingue de la “incandescencia” en que no depende de la generación de calor como consecuencia del paso de la electricidad a través de un conductor (filamento). Como consecuencia, la eficiencia del LED es mucho mayor, ya que destina la energía directamente a generar luz.
Para que este fenómeno se cumpla es necesario que un LED sea polarizados de manera directa. Es decir se le debe hacer circular una corriente de “ánodo” (terminal positivo) a “cátodo” (terminal negativo). Cuando esto sucede el LED reacciona produciendo un “fotón”. El fotón se origina al desprenderse los electrones de las capas de conducción a las capas de valencia.
De esta manera la electricidad interactúa con el diodo en una lámpara LED. En el proceso, el material semiconductor almacena energía y esa energía es expulsada través del chip-reflector de la lámpara LED produciendo así la luz.
Eficiencia del LED
La gran ventaja del LED es la eficiencia de los diodos para transformar energía eléctrica en energía lumínica. Recordemos que las bombillas convencionales transforman la energía en calor y es ese calor lo que se convierte en luz. Es decir, necesita dos transformaciones para alcanzar su objetivo, con el consiguiente desperdicio de energía. Es por ello que las luminarias LED pueden proporcionar la misma cantidad de luz que las lámparas convencionales pero consumiendo menos energía eléctrica, produciendo así un considerable ahorro de electricidad.
Además las lámparas LED tienen una vida útil mucho mayor que las lámparas convencionales. lo que hace que a la larga ahorres dinero tanto en consumo eléctrico como en sustitución de bombillas.